La cantante española Sheila Blanco nos canta la vida de Wolfgang Amadeus Mozart poniendo letra a la Marcha Turca.
[simple_tooltip content=’Érase una vez : Il était une fois‘]Érase una vez[/simple_tooltip],
un niño genial que aprendió a [simple_tooltip content=’Tocar : jouer de la musique ◊ toucher ◊ …’]tocar[/simple_tooltip] y a componer antes de hablar,
Amadeus era en [simple_tooltip content=’la peli = la película’]la peli[/simple_tooltip], Mozart para [simple_tooltip content=’los demás = los otros’]los demás[/simple_tooltip].
Fue con su papá
de aquí para allá
sorprendiendo a reyes y a la alta sociedad
y batiendo muchos records de [simple_tooltip content=’destreza : adresse‘]destreza[/simple_tooltip] a corta edad
A los 4 toca [simple_tooltip content=’el clavicordio : le clavecin‘]el clavicordio[/simple_tooltip],
a los 6 domina ya el violín,
lee la música a primera vista
e improvisa como John Coltrane
Érase una vez, un niño genial
y su padre, [simple_tooltip content=’un espabilao de manual : ici. un débrouillard‘]un espabilao de manual[/simple_tooltip],
giran años por Europa, [simple_tooltip content=’lucimiento del chaval : ici. faisant briller le gamin‘]lucimiento del chaval[/simple_tooltip].
Por [simple_tooltip content=’las Cortes : les Cours‘]las Cortes[/simple_tooltip] de Munich, París, Londres y La Haya
y en su Austria natal [simple_tooltip content=’embelesar : captiver‘]embelesó[/simple_tooltip] al Emperador.
En Versalles los Mozart tocan para el rey Luis XV;
su primer oratorio con 9 años terminó.
La verdad es que la obra mozartiana hoy no [simple_tooltip content=’tener parangón con : être comparable à‘]tiene parangón[/simple_tooltip] porque,
como buen virtuoso, hizo de todo, ¡ya lo veis!
entre conciertos, sinfonías, misas, óperas, sonatas, arias, sumaron [simple_tooltip content=’número que alude al Requiem de Mozart‘]626[/simple_tooltip].
Trabajó muy fuerte el pianoforte y Johann Sebastian Bach
y era tan bueno que tocaba su [simple_tooltip content=’el teclado : le clavier‘]teclado[/simple_tooltip] sin mirar.
Sus [simple_tooltip content=’un a partitura : une partition‘]partituras[/simple_tooltip] manuscritas las hizo [simple_tooltip content=’sin tachar : ici. sans brouillon‘]sin tachar[/simple_tooltip] y se hizo muy famoso,
una rock star.
Pero como pasa hoy en día en nuestras redes sociales,
Mozart tuvo también algún que otro hater,
un compositor [simple_tooltip content=’coetáneo = contemporáneo’]coetáneo[/simple_tooltip] suyo llamado Antonio Salieri
pero esto nunca se pudo demostrar.
El caso es que si ves la película llamada Amadeus
allí Salieri es la reencarnación del mal,
y sí, el [simple_tooltip content=’tachar a alguien de algo : taxer une personne de quelque chose’]tachan[/simple_tooltip] de ser un indeseable,
envidioso e impostor que lleva al pobre Amadeus a su final.
¡Qué se puede decir que no se haya dicho de Mozart!
Que su música [simple_tooltip content=’curar : guérir‘]cura[/simple_tooltip] el alma y mueve el corazón.
Que su obra es la piedra angular del clasicismo
y que fue una gran pérdida lo joven que murió.
Y aunque el hombre trabajó siempre [simple_tooltip content=’de sol a sol : du matin au soir‘]de sol a sol[/simple_tooltip],
sufrió sus penurias.
Y aunque Mozart nunca estuvo en Estambul
esto que oyes es la Marcha Turca,
Sonata en la mayor, Rondó.